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Patricio Sorich, Docente del Área Informática del Instituto Profesional CIISA:“Para una buena definición de la arquitectura es clave dejar que el negocio indique la necesidad de alta disponibilidad”.

Con el dinamismo actual de los mercados, las empresas más que nunca deben preocuparse de que su entorno operativo e infraestructura estén disponibles para garantizar la continuidad del negocio, siendo capaz de responder a fallas y mantener los servicios y aplicaciones clave sin interrupciones.

Docente Patricio Sorich.

¿Cómo podemos definir una infraestructura de alta disponibilidad?
Se considera una infraestructura de alta disponibilidad al diseño de la conjunción de componentes físicos, lógicos y servicios que sustentan una solución tecnológica que estará disponible casi la totalidad del tiempo de trabajo. Se debe considerar que la alta disponibilidad se basa en la cantidad de tiempo máximo que no estará disponible en el período de un año, según la oferta del servicio o acuerdo entre las partes. Generalmente y según los servicios se puede hablar de una disponibilidad de 99,96% o hasta 99,99%, implicando que desde el 0,04% al 0,01% del tiempo en un año, esta infraestructura no estará disponible (downtime).

¿De qué forma se logra una alta disponibilidad en una infraestructura TIC?
Lograr la alta disponibilidad implica el uso de variadas técnicas en infraestructura y, a su vez, depende del tipo de servicio que se está ofreciendo. En general, se aplican conceptos como redundancia o balanceo, entre otros. La redundancia la podemos comprender como una réplica de un dispositivo y en conjunto con el balanceo, donde otro equipo distribuye los requerimientos a estos dispositivos redundantes. En el caso de fallo de uno de ellos, el balanceador solo asignará los requerimientos al equipo en funcionamiento. Lo anterior, sumado a técnicas de detección de fallos, redireccionamientos u otras, permitirá que los servicios montados en una infraestructura estén siempre respondiendo. La identificación de los elementos sensibles o puntos de fallo es crucial para la definición de la alta disponibilidad.

En este sentido, la alta disponibilidad permite una cierta cantidad de tiempo no disponible, en un período de un año. En tanto, la infraestructura tolerante a fallos asegura el 100% de disponibilidad de la infraestructura, para los servicios.

¿Qué casos de uso demandan estos tipos de infraestructura?
Las aplicaciones son variadas: puedo mencionar los servicios de telefonía, Internet, distribución eléctrica, y televisión, como ejemplos de infraestructura de alta disponibilidad que, como bien sabemos, en ningún caso son tolerante a fallos.

¿Cloud ha cambiado el escenario para la implementación de alta disponibilidad?
Claramente ha cambiado el paradigma de la alta disponibilidad. En sí, el servicio cloud es de alta disponibilidad, lo que implica que el uso predefinido de la estructura de estos servicios resta muchas consideraciones a las empresas que ofrecen servicios usando esta tecnología. La nube utiliza un conjunto de elementos que permite asegurar este tipo de infraestructura y ampliar la gama de servicios de estas empresas, arquitecturas distribuidas, virtualización de servidores, administración y configuración de servidores, amplitud tecnológica, versionamientos, almacenamiento, etc.

¿Qué consideraciones se deben tomar en cuenta para definir la arquitectura adecuada?
Para una buena definición es clave siempre dejar que el negocio indique la necesidad, en este caso, de alta disponibilidad. De los servicios que ofrezco, ¿qué disponibilidad real necesita cada uno?, ¿el servicio es en horario hábil?, ¿24×7? Estas son algunas de las preguntas donde se requiere tener claridad y honestidad en la respuesta. La inversión necesaria para la disponibilidad es alta y crece exponencialmente cuando es más exigente, hasta llegar al concepto de tolerante a fallo.

¿Existen estándares a cumplir en el diseño de una infraestructura de esta clase?
Existe una norma que está cobrando mucha relevancia que es la TIA 942, que es una guía de buenas prácticas que permite orientar en la distribución y diseño de data centers. Esta norma incluye consideraciones para arquitectura, telecomunicaciones, y electricidad, entre otros.

¿Qué recomendaciones son claves cuando se implementará alta disponibilidad?
Además de las consideraciones de inversión y asesoría especialista, las recomendaciones apuntan a la gestión de cambios y la continuidad del servicio. Respecto a lo primero, es necesario definir y considerar las estrategias para enfrentar las naturales resistencias y suspicacias frente a mejoras o cambios, ya que en algunas ocasiones estas acciones pueden provocar la no disponibilidad de los servicios. Es necesario que cada uno de los actores y afectados por los cambios estén alineados en la participación y decisión respecto de las actividades de mejora o cambios en la infraestructura, respetando los procesos y tiempos diseñados para estas definiciones.

Respecto a la continuidad del servicio, es necesario tener la claridad y mantener actualizadas las revisiones y estrategias que permitan antes, durante y después de la aplicación de la alta disponibilidad, que el servicio se mantenga operativo o al menos detenido en forma planificada en el momento y tiempos ya definidos. Estrategias de rollback y recuperación son necesarias para este tipo de cambios.

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